Cuáles son los Puentes más famosos de Francia
Los puentes son necesarios. Unen distintos lugares. A priori, se diría que fueron pensados para ser cruzados. Pero también hay puentes que son un destino en sí mismos, por su historia, por su belleza, por su arquitectura.
Si París es la ciudad de la luz y de la moda, Francia bien podría llamarse el país de los puentes. Los suyos condensan en distintas zonas encantos de todo tipo. Así que aquí vamos: a cruzar de un puente a otro.
Puente Alejandro III o Pont Alexandre III, Paris
Inaugurado en 1900, el puente Alexandre III es uno de los más bellos puentes de París. Une los Campos Elíseos con el barrio de los Inválidos.
Su carácter de postal combina su valor como monumento histórico, arquitectónico y artístico. Su nombre remite a quien estuvo dedicado: el entonces Zar de Rusia, para celebrar su alianza con Francia.
Por sus esculturas de Art Nouveau con simbologías de historia y mitología, sus farolas de bronce, sus caballos alados y las vistas de la cúpula de los Inválidos, de la Torre Eiffel y del Sena, es uno de los puentes más fotogénicos de París.
Recomendación especial: visitarlo al atardecer o por la noche. Puede ser tanto por tierra como desde un paseo en barco por el Sena. La iluminación a esas horas lo vuelve particularmente mágico.
Declarado Monumento histórico por Francia, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Puente Nuevo o Pont Neuf de Paris
Parecerá contradictorio, pero el llamado “Puente Nuevo” es el puente de piedra más antiguo de París: data del siglo XVI.
Su historia se lee tallada en su monumental arquitectura, desde la estatua de Enrique IV hasta los cientos de mascarones que miran a lo largo de sus 232 metros de largo, sobre cada uno de los 12 arcos.
Edificado en dos tramos en el borde de la Isla de la Cité (donde se encuentra Notre Dame), el puente une la zona del Louvre con el barrio de Saint-Germain-des-Prés. Se trata de un punto integrado en diversos circuitos posibles.
Declarado Monumento histórico por Francia, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pont des Arts, antes Puente de los candados, Paris
Llamado Puente o Pasarela de las Artes por su cercanía con el Louvre, al que une con el instituto de Francia, se trata de un puente peatonal ideal para pasear y tomar fotografías del río y de la ciudad.
Si bien data de comienzos del siglo XIX, el Puente de las Artes fue modificado varias veces en su historia (sustitución de materiales, bombardeos en guerra, demoliciones…).
El último de sus cambios, de 2015, fue resonante por el retiro de los “candados de amor” que las parejas colocaban en sus barandillas, sustituidas entonces por paneles de vidrio en pos de mantener el patrimonio.
Declarado Monumento histórico por Francia.
Pont de Bir-Hakeim o Puente de Passy, Paris
El antes llamado Puente de Passy, rebautizado en 1948 de Bir-Hakeim para recordar esa batalla, data de 1878. Situado entre los distritos 15 y 16, tiene fundamentalmente dos atractivos: su ingeniería y sus vistas panorámicas.
La ingeniería arquitectónica del puente consiste en articular dos niveles: uno para la línea 6 del metro y otro para vehículos y peatones.
En cuanto a las vistas, el atractivo principal es la imponente panorámica de la Torre Eiffel.
También se pueden apreciar en su estructura placas conmemorativas de la Segunda Guerra Mundial y estatuas que simbolizan la Ciencia, el Trabajo, la Electricidad y el Comercio.
Los amantes del cine quizá reconozcan este puente como locación en films como Inception (Nolan, 2010) o El último tango en París (Bertolucci, 1972), entre otros.
Declarado Monumento histórico por Francia.
Pont D’Iéna, París
El Puente de Jena conecta el distrito 7 con el 16, dos orillas del río Sena, frente a los Jardines del Trocadero de un lado y la Torre Eiffel y la Escuela Militar del otro.
Su historia se retrotrae a comienzos del siglo XIX, cuando Napoleón mandó a constuirlo para recordar la batalla que nombra. A ese origen se deben sus decoraciones con simbologías bélicas e imperiales de águilas y guerreros.
El hecho de desembocar al pie de la Torre Eiffel hace que sea un lugar ideal para fotografiar dicho monumento en todo el esplendor de su grandeza y su contexto.
Declarado Monumento histórico por Francia, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pasarela Debilly, Paris
Con varios cambios de nombre a lo largo de su historia, la Pasarela Debily fue construida para la Exposición Universal de París de 1900, con el objetivo de facilitar el tránsito peatonal hacia la Torre Eiffel. Une los distritos 16 y 7.
Su estructura metálica, su forma de arco apoyada sobre hormigón y decorada con azulejos verdes y azulados, hacen que la pasarela parezca fundirse con la ondulación del agua. Da la sensación de que caminar es nada y volar a la vez.
Declarada Monumento histórico por Francia, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pont Au Change, Paris
El Pont Au Change o Puente del Cambio une los distritos 1 y 4, el Palacio de Justicia con la Conciergerie o Palacio de la Cité. Abarca 103 metros de largo y 30 de ancho, sostenidos por tres arcos iguales.
Se trata de un puente famoso por varias razones. Su historia puede rastrearse hasta el siglo IX, con diversos cambios de nombre y funciones, destrucciones y reconstrucciones. Actualmente se aprecia la N de Napoleón III sobre sus arcos.
También están sus menciones literarias: Victor Hugo lo transforma en espacio recurrente en Los miserables, mientras que más recientemente El perfume, de Süskind, lo menciona como lugar donde su protagonista tenía un negocio.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Puente de Saint-Michel, Paris
Frente al esplendor de Notre Dame, este puente une la margen izquierda del Sena (del barrio Latino) con la Isla de la Cité. Resulta ideal para llegar caminando a la Catedral y su zona, con vistas panorámicas imperdibles.
Su historia se remonta hasta el siglo XIV, con sucesivos accidentes y reconstrucciones. Actualmente está compuesto por tres arcos, abarca unos 62 metros de largo aproximadamente y 30 de ancho.
Como curiosidad: le está dedicada la canción Mon Petit pont (Histoire d’Amour), de Alain Bashung.
Puente de Avignon
Datados sus orígenes en el siglo XII, parte de la fama mundial del Puente de Avignon quizá se deba a la canción del siglo XVII que lo volvió digno de ser entonado y bailado además de visitado.
De hecho, el conocido como Puente de Avignon lleva el nombre oficial de Puente St-Bénézet, debido a la leyenda de San Benito de Avignon, quien lo habría construido.
Antiguamente, conectaba Avignon con Villeneuve-lès-Avignon sobre el río Ródano. En la actualidad, sólo queda en pie una parte de su estructura: 4 arcos de 22.
Sobre uno de ellos, se encuentra la capilla de San Bénézet, también conocida como de San Nicolás, patrón a quien está dedicada.
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Viaducto de Milau, cerca de Milau
Construido entre 2001 y 2004, el Viaducto de Milau cruza el valle del Tarm y el récord arquitectónico de ser el viaducto más alto del mundo, a 343 metros del suelo. Tiene un ancho de 32 metros y una longitud de casi 2,5 kilómetros.
Se trata de un puente atirantado único en el mundo, ideado para solucionar los cuellos de botella que se producían en la ciudad que nombra.
Todo lo que lo rodea parece destinado a los récords. Su estructura, desde ya. Siete pilares de acero de 700 toneladas cada uno soportan la carretera, de 36000 toneladas. Dimensiones colosales.
También el contexto. Vientos que pueden superar los 100 kilómetros por hora. Un suelo que supuso desafíos técnicos a la construcción. Las nubes que vuelan por debajo de la estructura. Atravesar el viaducto es en sí una aventura.
Viaducto Garabit
Al contemplar el Viaducto Garabit, resulta muy difícil no pensar en la Torre Eiffel. No es casualidad. Este puente ferroviario, hecho totalmente de hierro, fue construido por la compañía de Alexandre Gustave Eiffel entre 1881 y 1884.
Emplazado sobre el río Truyère, el viaducto consta de una estructura dividida en 7 partes con un arco central de 165 metros de luz. Durante los dos años posteriores a su inauguración, fue el puente en arco más largo del mundo.
Su altura de 122 metros lo vuelven digno de fotografías desde las orillas del río. Actualmente, forma parte del patrimonio de Francia y por su estructura circula un tren una vez al día.
Pont du Gard, cerca de Nimes
Del viaducto más alto al acueducto más grande del mundo. El Pont du Gard, situado en el sur de Francia, es una de sus mayores atracciones turísticas por su historia y su presente.
Construido originariamente en tiempos del Imperio romano, en el siglo I d.C., como parte del acueducto de Nîmes, se encuentra cerca del pueblo de Remoulins, en el departamento de Gard.
El puente de Gard tiene 49 metros de alto, construido en tres niveles. Se puede atravesar o bien apreciar desde las orillas del río, incluso visitarlo e ingresar a una parte de su interior. Su belleza es una invitación a la fotografía.
Pont Valentré, cerca de Cahors
El Pont Valentré se sitúa en el departamento de Lot. Su historia se remonta a la Edad Media, cuando fue construido como parte de un sistema de defensa típico de los avances arquitectónicos de la época.
Su historia y su arquitectura se entremezclan con sus leyendas. Según estas últimas, el diablo que puede verse tallado en la roca fue engañado por un astuto arquitecto que lo utilizó para que la construcción avanzara rápidamente.
Por eso, el puente atrae a innumerables turísticos que buscan conocer “donde quedó atrapado el diablo”.
Actualmente cuenta con tres torres fortificadas, seis arcos con picos y es todo un símbolo de la ciudad de Cahors. Además de visitarlo, vale recomendar las imponentes vistas desde paseos en barco.
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Acueducto Briare
Situado en el centro de Francia, el Acueducto Briare tiene 662 metros de largo y fue durante mucho tiempo el más largo del mundo. Inaugurado en 1896, está construido sobre 14 pilares de piedra y tiene 11,5 metros de ancho.
Nuevamente, nos encontramos con la compañía de Eiffel, que estuvo al frente de la construcción de esta obra.
Semejantes dimensiones entrañan otras: el acueducto transporta 13000 toneladas de agua. Su función: regularizar el caudal del río Loira y mantenerlo navegable.
Como monumento arquitectónico, resulta de una belleza notable cuando se encienden las lámparas que iluminan cada uno de sus lados. Además, en sus extremos se pueden observar columnas como las del Pont Alexander III.
Pont Ambroix
Situado entre las comunas Gallargues-le-Montueux (Gard) y Villetelle (Hérault), en la región de Languedoc, al sur de Francia, el Pont Ambroix pont d’Ambrussum tiene sus orígenes en el Imperio romano, en el siglo I.
Construido con grandes piedras de 1,40 por 0,7 y 0,5 metros, el puente tenía originariamente 180 metros de largo y once arcos de medio punto. Actualmente queda apenas una quinta parte de esa construcción.
Vale mencionar que el puente fue demolido voluntariamente durante la Edad Media para favorecer el tránsito de otro puente que tenía peaje. Actualmente es un atractivo turístico de innegable valor histórico, documental y arquitectónico.
Puente de Normandía
Atravesando el estuario del Sena, conectando El Havre con Honfleur, el Puente de Normandía es otro de los puentes atirantados que ostentó el récord de longitud por algunos años.
Con 2143 metros de largo y sus tirantes de acero, este puente inaugurado en 1995 posee cuatro carriles para automóviles, dos para bicicletas y dos peatonales.
Sus pilares con forma de “Y” invertida y los 856 metros que separan unos de otros lo hacen particularmente atractivo en su estética futurista.
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Pont Jacques Chaban Delmas, Burdeos
Imponente puente levadizo construido entre 2009 y 2012, el Pont Jacques Chaban Delmas conecta el muelle de Brazza con el de Bacalan. Situado en Burdeos, lleva el nombre de un antiguo alcalde.
Como puente levadizo, su particularidad es que presenta cuatro torres que elevan la parte central del puente en sentido vertical en forma íntegra. De esa forma se da paso a barcos de gran tamaño.
Resulta impresionante contemplarlo en funcionamiento, de ser posible de noche y a cierta distancia, por ejemplo en un café desde el paseo del puerto, para apreciar lo monumental de la estructura y su funcional dinámica.
Puente de Piedra de Burdeos
Para finalizar, nuevamente Burdeos y el río Garona. El Pont de Pierre o Puente de Piedra, construido en el siglo XIX, se dice que sus 17 arcos corresponden al número de letras de quien lo mandó a hacer, Napoleón Bonaparte.
A cada lado del puente, se puede apreciar la construcción de ladrillos y observar medallones blancos en honor del emperador y representaciones del escudo de la ciudad. Para los amantes de la historia, es un atractivo innegable.
Para quienes disfrutan de apreciar la arquitectura y el paisaje urbano, el puente de arcos y ladrillos es una postal que nunca defrauda a sus visitantes.
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